El volcán Reventador en erupción. Dr. Richard Roscoe
Richard Roscoe, un fotógrafo británico, ha capturado durante tres días la actividad del volcán Reventador, situado en el norte de Ecuador. Las imágenes fueron tomadas a principios de diciembre con lentes gran angular y bajo la luz de la luna, para posteriormente reproducir las explosiones y los estruendos a alta velocidad. La última vez que Reventador registró actividad fue en año 2002, cuando la erupción de flujo piroclástico y gases arrasó la vegetación de un valle cercano. Los vulcanólogos afirman que ahora esta montaña andina se encuentra en una fase explosiva en la que lanza lava y gases por los respiraderos y el cráter, pero que no representa una amenaza para las comunidades cercanas.
Podría parecer que no tienen nada que ver con la falta de H2O, pero son sus primeros síntomas
¿Podríamos identificar una deshidratación a partir de síntomas que no
tienen aparentemente nada que ver con el hecho de beber agua? El
organismo es sabio y lanza alertas de todo tipo para que bebamos más
agua, incluso cuando no tenemos sed, que debería ser el primer aviso. En
torno al 60% del cuerpo de los hombres y el 50% de las mujeres es agua,
una molécula que interviene en numerosas reacciones bioquímicas
necesarias para el buen funcionamiento del organismo, como la
termoregulación, la excreción renal o la absorción de nutrientes. Es mucho más que una cuestión de sed: atender a las siguientes señales nos permitirá regular nuestra hidratación a tiempo.
1. Sensación de fatiga, confusión y calambres
Cuando el atleta Jonathan Brownlee perdió el campeonato mundial de triatlón a menos de 200 metros de meta, el mundo vio en directo cómo afecta la deshidratación al cuerpo humano.
Consiguió cruzar gracias al extraordinario esfuerzo de su hermano
Alistair, que le sostuvo mientras se tambaleaba desorientado y corría
con la mirada perdida. Los deportistas están entrenados para controlar
la pérdida de agua durante un esfuerzo físico, pero cualquiera puede
sufrir un golpe de calor. Si nos sentimos cansados en reposo, o nos
flojean los músculos y sufrimos calambres debemos considerar la
posibilidad de que nos falte agua.
2. Estreñimiento
Lo habitual en adultos con una dieta occidental es la evacuación
intestinal, como mínimo, tres veces por semana. Una frecuencia inferior
indicaría estreñimiento y es momento de aumentar el número de vasos de
agua al día, a ser posible mineralizada magnésica, que tiene un ligero
efecto laxante. La investigación Deshidratación leve: ¿factor de riesgo de estreñimiento?, publicado por el European Journal of Clinical Nutrition,
advierte que la escasa ingesta de agua o la pérdida excesiva de
líquidos y electrolitos en adultos y ancianos -ya sea por la sudoración
en verano, vómitos o enfermedad renal- reducen el agua contenida en las
heces y por tanto provocan estreñimiento. Si este continúa se puede
acudir a tu farmacia para una solución rápida y eficaz para aliviarlo.
3. Piel sin elasticidad
La turgencia cutánea o elasticidad de la piel es un indicador
para saber si nos falta agua en el organismo. No importa cuánta crema
hidratante nos echemos, la piel sigue siendo un marcador silencioso de
la deshidratación, que puede verse agravada por la sudoración excesiva,
vómitos o diarrea. La pérdida de líquido del 5% de la masa corporal se
considera una deshidratación leve y del 15% es grave. Para comprobar la
turgencia cutánea podemos pellizcarnos en la frente, entre las cejas, o
en el dorso de la mano, entre el pulgar y el dedo índice. La piel
regresará lentamente a su estado habitual o se quedará pellizcada si presentamos cierto grado de deshidratación.
4. Fallos cognitivos
¿Desgana y pequeñas pérdidas de memoria? Puede que esté bebiendo menos agua de la que debe. Según una investigación británica publicada por Revista de Nutrición,
la privación de agua puede influir en nuestro cerebro. Los
investigadores de la Universidad de Reading observaron que la
deshidratación severa causaba déficits cognitivos que afectan a la
memoria a corto plazo, al estado de ánimo y a las habilidades visuales.
"Este campo de investigación está todavía en pañales y habría que
analizar la gran cantidad de variables que relacionan la deshidratación y
la sobrehidratación con el aspecto cognitivo. En un futuro deberíamos
investigar por qué sucede esa variabilidad y cuáles son las condiciones
óptimas para que el estado de hidratación afecte al rendimiento mental",
señalan los autores del estudio.
5. Infecciones de orina
Eliminamos las bacterias presentes en el tracto urinario a través de
la orina y dependiendo de la frecuencia de micción estaremos limpiando
ese sistema o no. Por eso, ir solo una o dos veces al día al baño a
liberar líquidos es demasiado poco. Varios estudios siguen investigando
la influencia de la deshidratación en las infecciones de orina e incluso en la formación de dolorosas piedras en el riñón. Los ancianos suelen ser más susceptibles a la deshidratación
y, por tanto, se exponen más a este tipo de crecimiento bacteriano en
el tracto urinario. En estos casos conviene vigilar que las personas
mayores se hidraten frecuentemente.
6. Enfermedades respiratorias
¿Cómo afecta la hidratación a los trastornos bronco-pulmonares, como
el asma o la bronquiolitis? Si la primera recomendación de los médicos
ante estas enfermedades es beber suficiente agua y mantener el ambiente
humidificado, por algo será. Según un análisis clínico
elaborado por expertos del Hospital de Dortmund, Alemania, "el sistema
bronco-pulmonar facilita el transporte del oxígeno y el intercambio
entre los sistemas acuosos interiores del cuerpo y la atmósfera seca del
exterior. De ahí la importancia de una suficiente hidratación, aunque
todavía queda mucho por investigar para relacionar directamente la
deshidratación como factor de riesgo en las enfermedades pulmonares".
Millones de personas en todo el mundo han visto estos días el vídeo viral de un oso polar
hambriento y aparentemente desnutrido y famélico, sin apenas poder
mantenerse en pie, en un paisaje del Ártico sin nieve ni hielo. Un
biólogo y fotógrafo de National Geographic, Paul Nicklen, y su
compañera en la ONG conservacionista Sea Legacy, Cristina Mittermeier,
grabaron las imágenes en la Isla de Baffin (Canadá) y las publicaron en redes sociales. El animal moribundo se ha convertido en un símbolo de la importancia de hacer frente al calentamiento global.
Sin embargo, otras voces han manifestado críticas
hacia los autores del material por no hacer nada por salvarle la vida al
oso, lo que ha obligado al medio de comunicación a publicar más
detalles y aclaraciones sobre la historia.
Según el artículo de National Geographic,
si es duro ver en pantalla a un oso polar gastando sus escasas energías
en buscar desesperadamente comida entre la basura de los humanos, lo
fue aún más para quienes lo presenciaron en persona.
"Todo mi equipo estaba luchando contra las lágrimas y sus emociones mientras grabábamos a este oso moribundo.
Es una escena aplastante que todavía me atormenta. Pero sé que debemos
compartir tanto lo bello como lo desgarrador si queremos derribar los
muros de la apatía. Así es cómo se ve el hambre. Los músculos se
atrofian, sin energía. Es una muerte lenta y dolorosa", escribió Nicklen
en su perfil de Instagram cuando hizo público el vídeo.
La propia Mittermeier se defiende así: "Algunos nos han criticado por no hacer algo más para ayudar al oso,
pero estábamos demasiado lejos de cualquier pueblo para pedir ayuda. Y
acercarnos a un depredador hambriento sin un arma hubiera sido una
locura. Al final, hice lo único que pude: utilicé mi cámara para
asegurarme de que pudiéramos compartir esta tragedia con el mundo".
Destino final del oso
Entre
las grandes dudas planteadas por los usuarios a través de los
comentarios en redes sociales hay dos que destacan por encima del resto:
cuándo se grabó el vídeo y qué ocurrió finalmente con el oso. La
explicación desvela que las imágenes fueron tomadas a finales de agosto, cuando las condiciones eran favorables, antes de la llegada del otoño. Nicklen cree que el oso polar murió
uno o dos días después de la filmación, quizá horas, pero no tienen la
certeza ya que después de ese día Sea Legacy no pudo continuar
trabajando en la región.
A
juicio del medio especializado, las imágenes no dejan lugar a dudas
sobre en qué estado se encontraba el animal el día que fue grabado: "La
delgada estructura del oso, los huesos protuberantes y los músculos
atrofiados son claros indicadores de que llevaba un tiempo prolongado muriéndose de hambre".
Sin una necropsia no es posible saber si tenía alguna enfermedad o
parásitos. Nicklen tampoco observó ningún signo de lesión o cicatriz,
algo poco frecuente entre ejemplares adultos debido a los brutales
enfrentamientos que mantienen entre ellos.
A la misma conclusión
llega el científico jefe de la organización Polar Bears International,
Steven Amstrup, quien en unas declaraciones recogidas por National Geographic en su artículo aclaratorio expresa que "el oso está claramente desnutrido y con síntomas de inanición".
Relación con el cambio climático
El Ártico es una de las regiones del planeta más afectadas por el cambio climático. El hielo fundido
allí ha hecho que se pierda una superficie que los expertos cifran en
cientos de miles de kilómetros cuadrados en las últimas décadas. La
extensión de esta superficie de hielo puede observarse en un mapa
elaborado por el Servicio Geológico de EEUU.
Amstrup subraya que muchos de los osos polares más expuestos a la reducción de población viven en regiones con hielo estacional, como el de la zona donde se filmó al ya famoso oso famélico.
A
medida que las temperaturas aumentan, el hielo marino estacional se
derrite más temprano y vuelve más tarde, obligando en verano a los osos
polares a sobrevivir más tiempo sólo con la grasa almacenada. "Usan unas dos libras al día de esta grasa esperando a que vuelva el hielo marino", precisa.
Los osos polares pueden llegar a pesar hasta 700 kilos, por lo que necesitan mucha comida para sobrevivir. Se alimentan sobre todo de focas,
morsas y ballenas, pero también de peces y restos de cetáceos varados,
pudiendo consumir decenas e incluso cientos de kilos de carne en una
sola comida. En el caso de las focas, son nadadoras expertas capaces de
sobrevivir mucho tiempo en el agua, lo que hace muy difícil para los
osos atraparlas. Sólo en el hielo pueden hacer valer su condición de superdepredadores.
Según Amstrup, ante la falta de alimento en
su hábitat es frecuente que se sientan atraídos por los olores de los
alimentos que provienen de zonas de presencia humana o los basureros.
"No todos los osos polares están en peligro en este momento. Pero aquellos que están en problemas ahora nos dan una señal de lo que está por venir", concluye.
Situación vulnerable
Desde
España se observa con preocupación lo que está ocurriendo con los osos
polares. El responsable de especies del Fondo Mundial para la Naturaleza
(WWF, por sus siglas en inglés), Luis Suárez, explica a EL MUNDO el grado de amenaza que sufre. "Está clasificada como especie vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La población es amplia, en torno a los 20.000 o 25.000 ejemplares, pero
se están produciendo descensos y hay previsiones que hablan de una reducción del 30% en
las próximas dos décadas si todo sigue así, especialmente en las
poblaciones más pequeñas de osos, que son las que antes sufren los
procesos de extinción", detalla.
No hay dudas respecto a cuál es su principal amenaza: "la pérdida de hábitat",
afirma Suárez. "Cada año batimos récords negativos de extensión del
hielo ártico, lo que está directamente relacionado con el calentamiento
global. La capa de hielo cada vez es más fina y reducida, de modo que no
es capaz de crecer lo suficiente en invierno para mantenerse durante el
verano", lamenta.
"La falta de suficiente hielo y la fragmentación y dispersión
del mismo dificultan al oso el acceso a alimento, que sobre todo son
focas que se paran a descansar en la superficie. También afecta a las
crías, que se ven obligadas a nadar distancias más largas y ello
incrementa las muertes por agotamiento, ahogamiento y frío. Y otro
problema que estamos observando es que los osos pasan en verano a la
parte terrestre y luego, debido una vez más a la fragmentación de su
hábitat, les cuesta más llegar a la zona del hielo", relata.
No
se sabe si Nicklen y Mittermeier seguirán grabando a osos en
dificultades luchando por la supervivencia, aunque la organización a la
que representan seguirá vigilando lo que le ocurre a esta especie a
medida que los efectos del cambio climático se
incrementen en el planeta. De momento, medio año después Nicklen sigue
sin quitarse de la cabeza la imagen de la que fue testigo directo:
"Cuando los científicos dicen que los osos polares se extinguirán
en los próximos 100 años, pienso en la población de 25.000 osos en el
mundo muriendo de esta forma. No hay solución. No había salvación
posible para este oso. La gente cree que podemos poner plataformas en el
océano o que podemos alimentar a los que mueren de hambre".
"La única verdad es ésta: si la Tierra sigue calentándose, perderemos a los osos y también todos los ecosistemas polares",
advierte. Y no está ni mucho menos solo en esta opinión, le secundan
otros expertos, como el famoso científico experto en osos polares Ian
Stirling, quien asegura que "el ecosistema marino del Ártico tal y como
lo conocemos dejará de existir".
Parecen criaturas de otro mundo, pero están en éste, aunque todo apunta a que si no tomamos medidas puede que no sea por mucho tiempo. Los caballitos de mar están en peligro, corren un riesgo más que probable de desaparecer de nuestros mares y océanos, se calcula que cada año unos 30 millones de ejemplares son arrancados de su hábitat natural, y la población de algunas especies ha descendido más de un 50%.
Estos singulares peces, los signátidos,
son objeto de todo tipo de desmanes, desde emplear sus cuerpos
disecados como objetos decorativos a triturarlos para usarlos como
ingrediente de remedios en la medicina oriental. Como al cuerno de
rinoceronte o a la bilis del oso, a los mejunjes de caballito se le
atribuyen propiedades milagrosas; son creencias sin ningún sustento
científico, pero que lo convierten en una valiosa mercancía por la que
se pagan cifras astronómicas.
Otra de las
amenazas es la destrucción de sus hábitats; los signátidos se mueven muy
poco, viven generalmente en ecosistemas costeros poco profundos, como
las praderas marinas o las comunidades de macroalgas,
espacios sometidos a numerosos impactos, por lo que su deterioro o
desaparición supone el declive y la extinción de sus poblaciones.
Y, paradójicamente, aunque los humanos estamos
acabando con ellos, despiertan en nosotros muchas simpatías ¿Será su
aspecto singular y la imagen de fragilidad que presentan, lo que los
hace tan atractivos? ¿Podría esta empatía convertirlos en un icono que,
además de alertar de su desaparición, nos ayudara a tomar conciencia del
desastre que supone la pérdida de hábitats y biodiversidad?
El documental 'SyngDoc: El desconocido mundo de los signátidos', un proyecto financiado por FECYT-MINECO y el CSIC, se presentó el pasado 13 de diciembre en Palma Aquarium.
Este film, de 45 minutos de duración, acaba de ser galardonado en el
Ciclo Internacional de Cine Submarino de Donostia - San Sebastián
(Cimasub 2017) con el segundo premio en la categoría de documentales de
larga duración, y su proyección en Mallorca es fruto de un acuerdo de colaboración entre la Fundación Palma Aquarium y la Agencia Estatal CSIC.
La iniciativa, que partió del Instituto de Investigaciones Marinas
(CSIC, Vigo), a través del Grupo de Biología y Fisiología Larvaria de
Peces, cuenta también con la participación del Instituto Mediterráneo de
Estudios Avanzados (IMEDEA; CSIC -UIB) y la colaboración de
investigadores de las Universidades de Santiago de Compostela (Grupo
Acuigen), de A Coruña (Grupo BioCost) y de científicos de Eslovenia, que
han aportado las imágenes de los fósiles de signátidos más antiguos que se conocen.
«El documental surge de la necesidad de poder colocar esa pieza del puzle que con frecuencia falta en la investigación y
que es contar a los ciudadanos la ciencia que realizamos», explica
Miquel Planas, coordinador del proyecto e investigador del Grupo de
Biología y Fisiología Larvaria de Peces Marinos en el IIM CSIC de Vigo.
«Los caballitos de mar son especies muy atractivas para el público y este gancho se puede utilizar para transmitir a la sociedad nuestro trabajo».
«Otro de los fines del documental es el didáctico»,
añade, «los signátidos son una herramienta fantástica para sensibilizar
a la población en todo lo referente a la conservación del medio marino y
estoy convencido de que este objetivo sería más difícil de conseguir
con otras espacies de peces. Además de difundirlo al
ciudadano, el documental está enfocado a la comunidad educativa, por eso
se han extraído tres cortos con muchas imágines dirigidos a los alumnos de cinco a siete años».
Los signátidos están representados en el litoral español por un número limitado de especies, esencialmente dos tipos de caballitos de mar (Hippocampus guttulatus e Hippocampus hippocampus) y los peces pipa
(Enterulus, Syngnathus, Nerophis). La primera característica, que da
nombre a esta familia, es su hocico tubular -las mandíbulas están
unidas: syn (todo junto) y gnathos (mandíbula)- por lo que para
alimentarse absorben a sus presas, creando presión.
Pero no es su
única rareza, su cuerpo está blindado con placas óseas ensambladas que
terminan con una estructura cuadrangular en la cola;
gracias a este apéndice se aferran a plantas, algas, corales o cualquier
otro elemento. La visión de estos peces es excelente, sus ojos pueden
moverse de manera independiente el uno del otro, como los de los
camaleones y en el caso de los caballitos, se desplazan en posición
erguida, nadando de manera pausada y lenta. Pero el hecho diferencial
más destacado es que son los machos los que se ocupan de la incubación de huevos y embriones; en muchas especies de signátidos la liberación de las crías, precedida de contracciones, se parece bastante al parto de los mamíferos.
El
hilo conductor del documental está basado en la investigación que
realiza el grupo del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo,
pionero a nivel mundial en el estudio de este grupo de peces. «No somos
la BBC y nuestros medios son limitados, con todo, hemos grabado en el medio natural, en Galicia y Cabrera»,
comenta Planas. «Las imágenes de especies que no tenemos aquí, como los
dragones de mar, nos las han facilitado investigadores de Australia y
Nueva Zelanda».
Los escenarios fueron la Ría de Vigo, las Islas Cies y el archipiélago de Cabrera,
además de las instalaciones de cría en cautividad de caballitos de mar y
peces pipa del laboratorio de este grupo de investigación, donde
montaron un acuario especial para realizar la filmación del
comportamiento reproductivo. «En el medio natural es muy difícil porque
son especies poco abundantes», apunta. «Con todo, una de las imágenes
más espectaculares es la de una puesta fallida, en la que se ve como en
el pase de huevos de la hembra al macho, éstos se pierden. Es algo inusual, que yo sepa es la primera vez que se graba, y conseguirla le llevó a la productora15 noches».
«También hay una parte dedicada a los fósiles, en la que participa un colegio de Eslovenia, en el que trabaja Jure Zalohar, el mayor especialista mundial en fósiles de signátidos», añade. «A este investigador le entusiasmó el proyecto y realizó la grabación junto con sus estudiantes».
En otra parte del documental se explica la cría en cautividad de caballitos de mar.
El grupo de Planas logró, por primera vez, una técnica exitosa y
completa de cría en cautividad de la especie europea Hippocampus
guttulatus -con supervivencias en torno al 90%-, además de liberar
ejemplares en el medio natural. Fue la primera investigación realizada
en Europa y su objetivo principal era evaluar las posibilidades de
recuperación de las poblaciones salvajes a partir de ejemplares nacidos
en el laboratorio.
La evolución ha permitido a estos peces adaptarse a nuevos ambientes en el planeta y
adquirir unas características únicas en el reino animal, pero al mismo
tiempo los han hecho muy vulnerables. «Se mueven poco, su única defensa
es mimetizarse con el ambiente, pero si los detecta un predador, no
tienen escapatoria. Otro problema es la pesca, hay artes, como el
arrastre, que se los llevan por delante, por eso es importante en los
lugares de colonias que los tipos de arte sean apropiados. Además,
dependen de las comunidades vegetales y si éstas desaparecen es muy
difícil su supervivencia», advierte, «lo que implica
que hay que conservar estos espacios, ya que los efectos positivos de la
protección van más allá de los caballitos de mar y se extienden a todas
las especies que viven en esos hábitats».
«Quizá, lo más impactante es el número.
Hay tan pocos individuos que es muy difícil llevar a cabo una
evaluación del estado poblacional. Es un trabajo de muchos años, a largo
plazo, para conseguir una serie histórica grande. Lo que sabemos es que
en muchas zonas donde hubo, ya no hay, y en otras muchas en las que fue
abundante, hoy en día es escaso. Trabajar con estas
especies en parques nacionales permite llevar a cabo planes de
conservación y de recuperación de poblaciones».
El
proyecto HIPPOPARQUES, Identificación y caracterización de poblaciones y
hábitats de caballitos de mar y otros signátidos, busca llenar este
vacío, aumentando el conocimiento de las poblaciones naturales de estas
especies en los Parques Nacionales de las Islas Atlánticas y el Archipiélago de Cabrera,
realizando un estudio que permita determinar el estado real de las
poblaciones y su evolución en ambos espacios. En esta iniciativa,
coordinada por el grupo del IIM-CSIC, participa también un equipo de
investigadores de dos grupos del IMEDEA (CSIC-UIB).
La ciencia
ciudadana, a través de la plataforma Observadores del mar, se ha unido
en la lucha por la conservación de estas especies: uno de sus proyectos,
Familia Signátidos, está dedicado a recolectar datos sobre caballitos
de mar y peces pipa. La colaboración de la sociedad es una gran ayuda
para aumentar el conocimiento en especies tan escasas y difíciles de ver.
En
resumen, este documental, además de sumergir al espectador en el
fascinante mundo de unos peces de biología desconocida y sorprendente,
ayudará en la concienciación. «Todas las especies
existentes son un conjunto de oportunidades que tiene la biosfera para
afrontar el futuro, si perdemos especies, perdemos cartas para jugar en
el futuro, la capacidad de responder a los retos que se nos planteen», reflexiona el investigador del IMEDEA Jorge Terrados, a modo de conclusión.