Ojo, pasear con una bolsa de plástico en Kenia te puede llevar a la cárcel. FUENTE: EL PAIS. Propuesta por Sandra 2º FPB
El país africano aplica la ley más dura del mundo para combatir la plaga del plástico.
Si hay países en los que caminar por la calle con minifalda puede
conllevar una pena de prisión, ahora hay un Estado en el que te
encarcelan por llevar una bolsa de plástico. Desde septiembre, Kenia
aplica la legislación más severa del mundo para combatir la plaga del
plástico en sus tierras, ríos y mares. La sanción llega hasta los 35.000
euros y dos años de cárcel. Un mes después, ya hay algunos detenidos,
aunque no se les ha llegado a aplicar condenas tan severas.
De norte a sur, de este a oeste del mundo, el uso de bolsas
de plástico ha sido gravado con fuertes impuestos o literalmente
prohibido. Sin embargo, ningún país ha llegado tan lejos como Kenia para
erradicar esta masiva contaminación, que acaba en los estómagos de los
peces y de las vacas y, finalmente, en la cadena alimenticia de los
humanos. Recientemente un experto de las Naciones Unidas advirtió que de
continuar con esa nefasta tendencia en el 2050 los océanos tendrán más
bolsas de plásticos que peces, pues una bolsa tarda entre 500 y 1.000
años en disolverse.
Los mataderos de Nairobi descubren cada vez con más
frecuencia que los animales sacrificados tienen sus estómagos llenos de
bolsas de plástico, algo que no ocurría hace una década. Después de 10
años de intento, finalmente, el Gobierno ha conseguido sacar adelante
una ley para penalizar a toda la cadena de producción y comercialización
del producto. Los fuertes castigos llegan hasta los mercadillos
callejeros, aunque la finalidad primera es ir a por la fuente del
problema, los fabricantes y los distribuidores de las bolsas.
La Asociación de Fabricantes de Kenya
ha puesto el grito en el cielo porque la ley les va a obligar a cerrar
176 fábricas y a despedir 60.000 trabajadores. Por dos veces, han
intentado que el Gobierno haga una excepción y permita al menos la
exportación del producto, principalmente a su fuerte clientela en Congo,
Burundi y Mozambique. El Gobierno resiste y les anima a fabricar bolsas
de papel que sustituyan a los 24 millones de bolsa de plástico que se
desperdician al mes.
La batalla contra el plástico está lanzada en Kenia.
Después de la bolsa de uso único le llega el turno a las botellas. Los
dos principales parques naturales del país han prohibido la entrada de
visitantes con botellas de plástico y la medida pronto se va a extender
al resto de parques de la nación.